Lo qué había visto de la ciudad, más allá de todos los letreros en español no me recordaba a ninguna ciudad de España.
Pero fue poner los pies en la plaza grande y sentirme en "casa".
La plaza de San Francisco, la iglesia de la Compañía ( ¡qué maravilla!), la calle Flores....podría ser cualquier lugar de nuestra geografía...y en el gran teatro: Farruquito!!.
Quito es bulliciosa, de muchos contrastes: mestizos, indígenas, buenos restaurantes, puestos callejeros, mercados de artesanía...
La ciudad está plagada de taxis amarillos, autobuses azules y tranvías rojos...también hay pasos de cebra pero aún no he descubierto para qué. Cuando estás cruzando los coches te pitan. Ya he aprendido que ellos no van a parar!
En el parque " El Elegido" antes llamado " el de los ahorcados" juegan al ecuvoley. La gente se arremolina alrededor del rectángulo de juego y apuestan, para muchos la única manera de pasar la tarde.
Yan y Alberto me acompañaron a conocer la ciudad de noche.
Me llevaron al "Panecillo" en lo alto de la ciudad ( 3000 metros de altura) donde la Virgen de Quito (representa a la Virgen del Apocalipsis) vigila la ciudad.
Después, a la calle Ronda, empedrada, con las fachadas blancas y los balcones decorados con flores.
Yan y Alberto en la calle Ronda |