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martes, 20 de septiembre de 2016

Las palmeras de cera....eje cafetero


La primera semana de agosto, desde Buenaventura (en el pacifico) llegué a Salento, en buseta que se demoró unas 8 horas por 45.000 COP (15 euros).
Salento es un bonito, pintoresco y turístico pueblo situado en el eje cafetero, si bien el auge del turismo es sólo de unos 10 años hacia acá cuando las guerrillas empezaron a disminuir su actividad en la zona.
Con el turismo llegó también la burbuja inmobiliaria y las casas han hasta quintuplicado su valor.
La razón de este auge, el valle de Cócora y las haciendas cafeteras de los alrededores.
El pueblo es pequeño, una plaza, donde venden todo lo que te pueda apetecer a lo largo del día: helados, jugos, fruta, chorizos, arepas solteras, casadas y cremas, obleas, algodón de azúcar y todo tipo de artesanías y souvenires... y una calle principal con bonitas casas de colores, bien cuidadas. También cuenta con un mirador en lo alto con vistas al majestuoso valle.
La calle principal siempre animada y con muchos bares donde disfrutar de una club colombia.




























La manera de llegar al valle es en los buggies que desde muy temprano están alineados en la plaza listos para partir,  el trayecto de pie, en la parte de atrás es una bonita introducción al paisaje que se va a descubrir durante la caminata.
El recorrido por el valle son unas 4 horas.
Las dos primeras se sube hasta unos 3000 m y una vez en lo alto, empieza el espectáculo.
El valle de Cócora está trufado de palmeras de cera, altísimas, majestuosas, elegantes, únicas. 
Tan únicas que hacen que el paisaje sea también único. Te envuelven en su belleza haciéndote disfrutar al máximo el descenso. No puedes dejar de hacer fotos, de sentarte a contemplar esas palmeras a la izquierda, a la derecha y otra vez hacia arriba.

Según te vas acercando parece que te dan la bienvenida.
Un lugar precioso. De esos paisajes que se quedan en la memoria para siempre.






















Visitar una hacienda cafetera completa los días en el eje cafetero. Hay varias que ofrecen un tour donde explican las peculiaridades del café de la zona, cultivo, recogida y al final del mismo se saborea un delicioso café.

Como curiosidad, hasta hace muy pocos años, todo el café de primera calidad se exportaba y el que se quedaba en el país era el de segunda o baja calidad. Ahora se quedan con un tanto por ciento de primera calidad aunque siguen exportando la mayoría.
Por eso y aunque sea difícil de creer no es fácil que te sirvan café de buena calidad en los hoteles, bares y restaurantes de Colombia.
Y, Juan Valdez, no existe, como hombre, campesino, cafetero… es la marca/imagen que se usa como denominación de origen del café colombiano.




miércoles, 14 de septiembre de 2016

Colombia....país encantador





En Colombia viajé unos 3.300 km en 52 días.
La última parada, Medellín.
Es la primera vez que viajo en un mismo país durante tanto tiempo. Y a mí, me ha enamorado.
Colombia está llena de contrastes, que se descubren tanto en los paisajes como en sus gentes, su cultura y su forma de vivir.
Magníficos y numerosos parques naturales como el de Puracé o Cocuy, valles espectaculares como el de Cócora con sus palmeras de cera...grandes y modernas ciudades como Bogotá, Medellín, Calí...bellos pueblos coloniales, la mayoría patrimonio de la humanidad como Popayán, Villa de Leyva, Barichara, Mompos, Cartagena de Indias, Santa Fe de Antioquia...
Trekings espectaculares en la jungla para descubrir la ciudad perdida y enigmáticos yacimientos arqueológicos como el de San Agustín.
Pacífico que visitan las ballenas, caribe, Amazonía...













A los colombianos les gusta imitarnos: " Eres essspañooolll, hostia, tío, joder que guay, es que lo flipo"  y cecean todo el rato cuando lo hacen.
Son dulces, amables y siempre intentan agradar.
Cuando les das las gracias responden con una sonrisa ( la mayoría)  y un " con gusto" o " a la orden".
Ellos no pagan la cuenta....ellos la cancelan y no vuelven a un sitio sino que  " se regresan" o " se devuelven" normalmente sin mucho " afán".
Nosotros pedimos que nos traigan : pan, azúcar, servilletas, la cuenta....ellos piden que les regalen: pan, azúcar, servilletas...
Desayunan un tinto, jugo en agua o en leche, arepas, pan de bono, huevos perico o caserolos, chicharrón...
Almuerzan sancocho de gallina o de pescado, mondongo, ajiaco, bandeja paisa, arroz con coco, patacones, empanadas de pipían, aguapanela con queso e incluso hormigas culonas.
En las vías no tienen atascos, sino "trancones" y dejan los carros en el parqueadero.
Salen a rumbear, beben aguardiente, tragos o botellas y las noches son bacanas y cheveres ( realmente, la mayoría de las cosas lo son ), los amigos " maricas o güevones", los guapos "churros" y las rubias "monas".
Un colombiano nunca tiene vergüenza o algo le da apuro, tiene " pena" y a veces se les nota el estrato pero casi siempre son "juisiosos".









Orgullosos de su país del que hablan sin complejos y muy críticos, sobre todos los jóvenes, con su historia reciente de guerrillas, paramilitares, carteles de drogas, corrupción. Escépticos sobre el proceso de paz y los resultados del plebiscito.
Cariñosos, afables y hospitalarios con el turista.
Desde luego un país para conocer y al que seguro volveré.






miércoles, 7 de septiembre de 2016

Cali-Buenaventura-Ladrilleros




El 29 de Julio después de mis días visitando las ruinas de San Agustín (Pitalito en el mapa) llegué a la ciudad de Cali. 8 horas de buseta por 50.000 COP.
Calí es la tercera ciudad de Colombia y una de las más antiguas, fundada por Belalcázar en Julio de 1536 ( fundador también de Popayán).
Me hospedé en una bonita casa colonial ( Ruta Sur, muy recomendable) en la colina de San Antonio. Barrio colonial de casas bajas, con mucho colorido, con cafés y espacios culturales muy atractivos.
























En lo alto de la colina,  está el parque de San Antonio con una capilla muy bonita pero que no pude ver aunque lo intenté hasta 3 veces. Cuando cae la noche los caleños se juntan en el parque a tomar cervezas, pasear o simplemente tomar el fresco.


La ciudad es calurosa, húmeda y vive de noche. Cuando se pone el sol los caleños salen a tomar, bailar salsa y disfrutar. Muchos extranjeros la visitan para aprender a bailar: clases por el día y por la noche practicar lo aprendido en los múltiples bares de salsa que hay esparcidos por la ciudad.
Lina y Mario me pasearon por Cali y me descubrieron los rincones y los secretos de su ciudad. Al centro histórico le quedan pocos edificios de la época colonial, la mayoría fueron destruidos en los años 50-60 siendo sustituidos por edificios funcionales de oficinas, cuando no había una ley sobre la conservación del patrimonio, como ejemplo, la plaza de San Francisco: en frente de la iglesia de estilo neoclásico levantaron una torre de oficinas que rompe completamente la armonía de la plaza.






Uno de los bonitos edificios que conservan es el teatro Municipal y otro de los atractivos turísticos es el Cristo Rey sólo 12m más bajo que el Corcovado de Río de Janeiro.




Después del bonito paseo, me llevaron a merendar para que probara alguno de los productos típicos caleños:  pan de bono, jugo de guayaba en leche, bebida de avena, empanadas de carne...






BUENAVENTURA-LADRILLEROS

De Calí me fui a Buenaventura, localidad en la costa del pacífico a 3 horas en autobús, de dónde parten los barcos que te llevan a distintos pueblos de la Bahía de Málaga que se toman como base para el avistamiento de ballenas yubartas que vienen a sus cálidas aguas entre junio y septiembre. Unas a parir y otras a aparearse : " O vienen llenas y se van vacías o vienen vacías y se van llenas", dicen los lugareños.
Elegí Ladrilleros.
El barco me dejó en Juancocho y una mototaxi me llevo a la aldea de Ladrilleros.
En el camino, sentí cómo si hubiera sido transportada a otro lugar del mundo, nada que ver con la Colombia que había visto hasta ese momento.

 Caminos sin asfaltar, casas de madera medio derruidas, población pobre y mayoritariamente negra...


Esta fue una de las zonas más castigadas por la guerrilla en los años 80-90 por lo que tienen una base militar y naval donde hay un aeródromo y es la única zona asfaltada.























Estuve tres días en Ladrilleros, saliendo a ver las ballenas, uno de los espectáculos más asombrosos de la naturaleza, navegando en kayak acompañada por delfines, adentrándome en los manglares...
Una pena que esta parte tan bonita de Colombia esté tan abandonada y que sus amables gentes no reciban la atención y las condiciones para vivir que merecen.